La puesta en funcionamiento de la subestación amenaza
con deteriorar la salud y hasta causar enfermedades letales en los niños y
jóvenes, como la leucemia infantil, una de las enfermedades que reconoce la Organización
Mundial de la Salud como consecuencia de la exposición prolongada a ondas
electromagnéticas.
Decenas de escuelas se encuentran en la zona de
influencia de esta subestación. Una de las más comprometidas es el colegio
Santa Cecilia que está sobre la avenida 21, y los cables que transportan
132.000 voltios pasan a menos de un metro de profundidad de la superficie donde
estudian los chicos. Otro establecimiento en peligro es la escuela Leonardo Da
Vinci, que está a 300 metros de la subestación y cuyo cableados de media
tensión pasa por debajo del patio donde juegan los niños del nivel inicial.
Este RIESGO SANITARIO de los colegios se suma al que
corren centenares de chicos y chicas que viven en el barrio y que serán los más
expuestos a los campos electromagnéticos, que según el propio ENRE (Ente Nacional
Regulador de la Electricidad) emitirán niveles muy por encima de los que la
comunidad científica del mundo reconoce como tolerables por la vida humana sin
alterar su salud.
Los chicos que viven y estudian en el barrio
levantaron su voz por su derecho a la VIDA, marcharon al municipio cargando sus
libros, y el gobierno municipal los recibió con decenas de efectivos policiales
y de infantería muñidos de armas largas.
Nuevamente el gobierno de Mussi no explica por qué permite esta obra ¿por
qué nos quieren enfermar? preguntaban los chicos desde la puerta del municipio.
NO hay respuesta para esto.
Las preguntas de los chicos se suman a las expresiones
de un barrio que hace 8 años pelea contra el avance de una obra que en nombre
del progreso amenaza con la muerte.
Niños, jóvenes y adultos piden TRASLADO YA de la
subestación Rigolleau a zonas no pobladas.
No es progreso si se paga con la vida de los
chicos!
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