7 de mayo de 2012

“No es progreso si se construye sobre la vida de nuestros hijos”


Así lo sostienen los vecinos de Berazategui que la semana pasada realizaron una vigilia por la VIDA en la intersección de las calles 21 y 145,  esquina donde están emplazando la subestación eléctrica Rigolleau.


La obra prevé recibir energía de alta tensión, 132,000 voltios que recorren el barrio por caños enterrados a menos de un metro de profundidad, por donde caminan, corren, duermen, viven, miles de mujeres, hombres y niños que son condenados por esta obra a deteriorar su calidad de vida, enfermarse y hasta morir a causa de leucemias o cáncer que son enfermedades que produce la exposición prolongada a altos niveles de electromagnetismo como producen estos transformadores de alta tensión.


Los vecinos reclaman que la subestación eléctrica se traslade a zonas no pobladas ya que está científicamente comprobado que los campos electromagnéticos que éstas producen, dañan en forma irreparable la salud de la gente a su alrededor. Ejemplo de esto son los 169 muertos y más de 100 enfermos entre los vecinos linderos a la subestación Sobral en Ezpeleta, del partido de Quilmes.


Pese a las decenas de reclamos de los vecinos de Berazategui, tanto a entes de gobierno nacional, provincial y municipal, así como a la justicia, (actualmente está en manos del juez ARMELA del juzgado federal de Quilmes, una nueva causa en la que se pide que se detenga la obra y se indique el traslado), la obra continúa avanzando y amenazando con su cableado a cientos de personas que habitan el barrio.


 “Vinieron a terminar la obra a sangre y fuego” sostienen los vecinos y no se equivocan, porque más de 300 efectivos de la policía bonaerense junto a la gendarmería nacional, han tomado el barrio, cortando el acceso vehicular y peatonal, generando situaciones de prepotencia y violencia sobre la gente, hasta sobre los niños y niñas del vecindario y de las escuelas que se encuentran en la zona de mayor afectación de esta subestación.


A sangre y fuego es la forma en la que se lleva adelante una obra inconstitucional, defendida por un operativo policial ilegal, que ninguna autoridad reconoce, que la justicia dice que no está autorizado, pero que nadie levanta. “Esto atenta contra la democracia y el estado de derecho”, sostienen quienes viven a diario los apremios policiales en la puerta de sus casas.


LA OMS desde su instituto IARC ha reconocido a los Campos electromagnéticos dentro del grupo 2b, como “Posibles cancerígenos en humanos”, así como fue el PCV reconocido hace unos años en esta categoría y enviado a ser retirado de los transformadores. 


Los vecinos piden que se los escuche porque su lucha es la de muchos argentinos, familias diezmadas por efectos de este tipo de contaminación, que puede evitarse si se planifican las obras contemplando ese impacto en la salud humana, “hay que alejar las fuentes de emanación de los CEM de donde vive la gente” sostienen los vecinos, pues esto es lo que le han explicado científicos nacionales e internacionales con los que han tomado contacto en estos años de lucha. 

También saben que en otros países del mundo se han cambiado las legislaciones, contemplando estas nuevas realidades producidas por el crecimiento de la demanda de energía eléctrica en el mundo. “Aquí en Argentina tenemos una resolución del año 1998, la Nro 77, que está inspirada en una ley de los años 80, es imposible que esta norma haya previsto el desarrollo tecnológico y su impacto en la salud de los últimos 25 años”, explican los vecinos de Berazategui, es necesario agiornar estas normas “necesitamos una ley sanitaria, no de la secretaria de energía, sino de un grupo de especialistas que interdisciplinariamente puedan abordar la problemática desde la salud” sostienen con sólidos fundamentos y además agregan que “no es progreso si se construye sobre la vida de nuestros hijos”.


La vigilia del 2 de mayo, fue a un año de la feroz represión sufrida en el 2011, y después de la cual el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Energía) se comprometió a dialogar con la gente y consensuar la obra. Curiosa forma de consensuar dicen los vecinos: “nos mandaron 300 efectivos a que nos repriman otra vez, nos metieron dentro de un vallado y nos piden documentos para entrar a nuestras casas”, denuncian públicamente. 


Esta semana los vecinos prendieron velas, otra vez, porque necesitan creer en la JUSTICIA y luchan pacíficamente por un derecho humano básico e intransferible: LA VIDA.
Los vecinos prendieron velas ante las vallas de la policía, que ocupa el barrio desde hace 3 meses y se escucharon cantos como: “queremos VIDA, no REPRESION, queremos Berazategui sin contaminación”.

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