Los vecinos que viven en los alrededores de la subestación
Rigolleau de Berazategui hace mas de un año que esperan respuesta a una medida
cautelar presentada ante la justicia federal. Sí, cautelar de esas que deberían
responderse en 48 hs. Primero fue la desidia del cuestionado Juez Armella de
Quilmes (sospechado de corrupción junto al secretario de ambiente Juan Jose
Mussi) quien tardó 4 meses para declararse incompetente del pedido de los
vecinos de detener la construcción de una obra fraudulenta, por la forma
incompetente con la que se hizo y por el daño a la salud de la población que su
funcionamiento causa.
Después fue el turno del Juez Ziullu, que tardó otros
4 meses para tomar la causa y dos mas para rechazar la medida cautelar,
la cual se apeló a la Cámara Federal y ahora espera hace mas de dos meses su
realización.
Resultado: la subestación se terminó de construir (con
el sitiamiento del barrio por 400 efectivos de la policía bonaerense y la
gendarmería nacional que cercaron las calles y veredas, instalaron en él una suerte
de estado de sitio y mediante abusos, atropellos y represión permitieron a la
empresa EDESUR terminar la obra). La subestación funciona desde junio del año
pasado y a pesar que la justicia no se expidió y ninguna autoridad ha podido
demostrar que es inocuo para la salud de la población, y a pesar que los
vecinos y universidades nacionales siguen demostrando antecedentes de
perjuicios a la salud en zonas con iguales padecimientos, LA EMPRESA solicitó
nuevamente policías para custodiarlos y asegurar que se retomen las obras para
nuevas salidas de tensión, es decir más potencia para una máquina de muerte en
plena zona urbana de Berazategui.
El municipio de Berazategui es promotor y cómplice de
esta obra que pone en riesgo la salud de la población, el gobierno
provincial y nacional se pasan unos a otras las responsabilidades, y la
justicia con su inoperancia se suma a las complicidades de este genocidio.
Porque es más fácil hablar de progreso que planificarlo realmente, escuchando a
los especialistas e invirtiendo y haciendo invertir a las empresas lo que corresponde
para que la vida de la población sea lo mas importante.
Al intendente de Berazategui- Mussi (hijo)- y al
secretario de medio ambiente de la Nación- Mussi (padre)- al gobernador Scioli,
a los ministro de Salud y de planificación de Nación y provincia de Buenos
Aires, entre tantos otros funcionarios que han dado vuelta la cara al reclamo
de la comunidad, NO LES ALCANZAN decenas de muertos en el barrio lindero a la subestación
SOBRAL, no les alcanzan las historia de padecimientos y muerte espeluznantes
que cuenta los vecinos de Ezpeleta, no les alcanza la muerte de Sabrina que
enfermo a los 15 de leucemia, ni de Nicolás que murió a los 13 de cáncer en los
huesos, ni a tantos otros vecinos y vecinas, entre ellos mas de diez niños, que
enfermaron y murieron de enfermedades evitables. A todos estos funcionarios,
incluyendo al juez Armella y Ziullu, parece que la vida de los niños, niñas y
adolescentes de este país es para lograr lindos y correctos discursos, pero en
la realidad no son su prioridad.
SEÑORES JUECES Y FISCALES, viajen a Ezpeleta
(Quilmes), párense en la esquina de Padre Bruzzone y Río Salado y escuchen a la
gente, anímense a recibir sus historias clínicas y a que cada uno les cuente
cuantos ya no habitan ese lugar, miren a los ojos a los padres sin sus hijos y
a los chicos que perdieron sus padres. INVESTIGUEN, acérquense a la realidad y
hagan JUSTICIA.
Ni un pibe menos!
NO A LA SUEBSTACION RIGOLLEAU!
Cierre y traslado de las
subestaciones que funcionan en zonas urbanas
Ley sanitaria ya! Que los
diputados traten la ley de presupuestos mínimos de campos electromagnéticos
AHORA!
AQUÍ no se rinde NADIE!
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